martes, 11 de octubre de 2011

El oficio de contar historias

Hacer cine no es un proceso sencillo.
Hacer buen cine, mucho menos.

De todas maneras, hay una receta infalible para que, al menos, lo que estemos desarrollando sea "interesante".

Interesante es, por definición, algo que produce interés. Simple. Y lo que no nos genera interés, nos aburre. ¡Aún mas simple!

El oficio de contar historias consiste, no en crear historias súmamente complejas, llenas de laberintos sin retorno, sino mas bien partir de una idea simple y llegar a la misma. Como todo, a lo largo de la vida, vamos simplificando nuestras metas, nuestros objetivos, nos vamos volviendo "prácticos" para resolver cosas que antes se nos antojaban complejas porque sí.


La complejidad está en el camino, no en el destino...¿o es al revés?



Por un lado tenemos a Steven Spielberg y, por el otro, a David Lynch.
El cine de Spielberg es decididamente "sencillo", lineal. Su foco está puesto en construir una trama donde se pasa de la calma, al conflicto y del conflicto a la resolución.
Sin embargo, lo que vuelve atrapantes sus películas (tanto las que dirije como las que produce) está en el cómo. Cómo se genera la dualidad problema/solución y como sostiene la tensión. Porque al final,  sabemos siempre que ganarán los buenos.

David Lynch, en cambio, trabaja construyendo películas donde la tensión está puesta en incomodar, contínuamente, al espectador. No existe una progresión lineal (salvo en la película A Straight Story, traducida como Una Historia Sencilla, que, párrafo aparte, es excepcional), sino mas bien una contínua combinación de tramas y subtramas plagadas de símbolos y elementos de enlace sutiles o grotescos. Uno no va a ver una película de Lynch al cine a disfrutarla sino a padecerla, en una búsqueda de grato sadomasoquismo mental. Y salimos de la sala felices, de haber sido parte de una experiencia que nos alterará al menos durante un par de semanas.

Mientras Spielberg representa dar un paseo en tren por la campiña francesa, Lynch es como subirse al asiento del acompañante de un piloto de carreras. Ambos viajes serán sumamente interesantes y placenteros, pero a distintos niveles.

Pero, de todas maneras, tanto Spielberg, como Lynch, como cualquier director de primera línea, comparten exactamente el mismo eje: Simplicidad.

La simplicidad está en construir un universo donde todo lo que sucede dentro sea lógico acorde a las reglas planteadas. Para eso, la construcción escena por escena, toma por toma, debe alinearse con los fundamentos elementales de lo que queremos contar. Todo parte de un solo momento, un solo concepto, una sola línea. Y eso intentaré explicarles hoy: Cómo construir una historia.

Qué vamos a contar

Cuando se construye un edificio, primero necesitamos los planos, luego los cimientos, y finalmente los ladrillos para elevarlo. Si empezamos por los ladrillos, lo mas probable es que, a mitad de camino, se desmorone.


Toda película debe poder sintetizarse en una sola oración o, al menos, en un par de estas. Cualquier otra explicación adicional que necesitemos, significa que ESO que iremos a contar se nos escapará de las manos.

Por ejemplo:

Tras un asalto al banco, dos hermanos escapan hacia la frontera, pero uno de ellos es herido mortalmente de bala. El otro hermano deberá decidir si continuar con la huida o buscar ayuda en un hospital, corriendo el riesgo de ser capturados. Será en esos momentos de duda cuando buscarán entender cómo llegaron a convertirse en ladrones, recorriendo su vida juntos hasta entonces. Finalmente, morirá. 


En este párrafo, equivalente a una síntesis argumental existen todos los elementos que nos servirán para crear las fichas o el escaletado de la historia. Y a partir de esta idea, surgen las preguntas. Que intentaremos responder...y lograr que el espectador se involucre.

La primer pregunta es: ¿Por qué muere?

a) Porque prefiere que su hermano sea feliz con todo ese dinero para poder empezar una nueva vida.
b) Porque su hermano no puede perdonar algo que acaba de enterarse
c) Porque son perseguidos y, justo antes de cruzar la frontera, aún con vida, el auto es disparado por cientos de oficiales de policía que estaban esperándolos.
d) Porque ambos mueren cual Telma & Louis cayendo por un precipicio y vuelven convertidos en zombies.

A partir de esa respuesta, sabremos cómo es que llegan a la resolución del conflicto, y el estilo de película que iremos a contar, comenzará a aflorar. Por ejemplo:

Si elegimos la opción

(a) Porque prefiere que su hermano sea feliz con todo ese dinero para poder empezar una nueva vida:

Podrá ser gracias a que tuvieron una infancia dura, y lograron atravezarla juntos, sobreponiéndose a un padre borracho y golpeador, luego rechazo social porque pasaron parte de la adolescencia en un orfanato del cual escaparon al cumplir los 15 y vivieron en las calles hasta que comenzaron a robar stereos para un traficante que los involucró en el robo del banco y del cual decidieron también huir.

b) Porque su hermano no puede perdonar algo que acaba de enterarse

Quizás nos paremos también en un pasado duro y de como la trágica muerte de la novia del otro hermano fue producto de un accidente mientras la forzaba a tener relaciones, estando ella embarazada.

c) Porque son perseguidos y, justo antes de cruzar la frontera, aún con vida, el auto es disparado por cientos de oficiales de policía que estaban esperándolos.

Son reconocidos en una estación de servicio en mitad de la ruta, y comienza una larga persecusión, condimentada por algunas anécdotas cómicas, otras dramáticas, pero el eje estando en lo que sucede entorno a su huída.

d) Porque ambos mueren cual Telma & Louis cayendo por un precipicio.


Entonces, ya nuestra historia va cobrando forma. Tenemos un motivo, una intención, que estará gobernada por una búsqueda estética y un gusto personal en lo narrativo. Tenemos un objetivo para nuestra escritura. Mucho antes del primer diálogo del guión.  Tenemos una estructura. Tomando, por ejemplo, el camino A, podemos escribir:



La Huída
Introducción

Dos hermanos asaltan un banco, pero en la huída el hermano menor es herido. Con el correr de los minutos, y mientras se abren paso por la ciudad hacia la frontera, la herida se complica, perdiendo el conocimiento temporariamente.

Nudo

Al recobrar el conocimiento, comienzan a hablar, a recordar viejos tiempos, de su infancia. Se lamentan haber tomado algunos caminos. Pasan por un pueblo, hay un pequeño hospital, pero el hermano menor, que está herido, le dice que por favor continúe, que aún pueden atraparlos.
Continúan hablando. 

Desenlace

Llegan a un momento emotivo, logran recordar a su madre que murió de cáncer y como su padre se suicidó frente a ellos. Están cerca de otro pueblo, cerca del límite fronterizo. Un último cigarrillo. El hermano muere. El hermano mayor detiene el auto. Toma un bolso, deja la mitad del dinero, incendia el automóvil. Y regresa hacia el pueblo. 

Fin.

Ya con estos elementos podemos animarmos a escaletar toda la película. Sabemos qué no debe faltar al principio, a la mitad y al final, para que el concepto se entienda.
Tenemos las mesetas necesarias para que haya una evolución en la historia, una brújula.

Todo lo demás, las tramas y subtramas, la profundidad de los personajes, la carga dramática, etc. Se irán desprendiendo de esos simples párrafos. Las preguntas que cada secuencia nos irá generando, de principio a fín y viceversa, es lo que hará que la historia se vuelva consistente. Y buscar esas respuestas, es el oficio de contar historias.